Los altibajos en el embarazo
Estoy ya en la semana 17 de mi segundo embarazo y parece que sol empieza a brillar para mí. En el post anterior me desahogué lo más que pude sobre cómo me sentía, en serio pensé que iba a durar para siempre. Pero ya sabemos que generalmente el primer trimestre es así de terrible, a partir del cuarto mes las cosas comienzan a verse mejor.
No puedo decir que ya estoy al 100% pero definitivamente me siento mil veces más lúcida; la semana pasada ya retomé el ejercicio y la alimentación sana y creo que eso también ha contribuido para que ya no esté tan quejumbrosa.
Y justamente quiero aprovechar este estado de gloria (así me gusta decirle) para decirte a ti, que si estás atravesando por una etapa de tu embarazo en la que no quieres saber nada del mundo y los síntomas te comen la energía; vívelo como viene, y mantengo mi promesa al decirte que va a pasar, aunque en este momento sientas que toda tu vida vas a estar achacosa. Créeme que va a pasar y llegará el día no muy lejano en que te sientas mejor.
Esta segunda experiencia me ha servido para valorar muchas cosas; la verdad es que las mujeres somos unas fregonas, aguantamos cosas inimaginables, desde la menstruación, por ejemplo. Creo yo que a pesar de que muchas veces no lo sentimos así, somos privilegiadas al poder ser nosotras las que cargamos con la criatura desde el vientre. No quiero verme muy romántica, pero en serio que hoy me siento muy orgullosa de ser mujer y de tener la capacidad de vivir estas experiencias sin morir en el intento.
El embarazo es otro rollo. Los altibajos son cosa común durante estos 9 meses, y qué padre; creo que aprendemos también a conocernos y esa oportunidad no todo mundo la tiene. Ojalá que los meses que vienen estén más leves, y si no, pues ¿qué hago? Vivirlos y recordarlos en un futuro como una de las etapas en que más me he permitido ser fuerte y no rajarme.
¡Arriba las mujeres! <3
No puedo decir que ya estoy al 100% pero definitivamente me siento mil veces más lúcida; la semana pasada ya retomé el ejercicio y la alimentación sana y creo que eso también ha contribuido para que ya no esté tan quejumbrosa.
Y justamente quiero aprovechar este estado de gloria (así me gusta decirle) para decirte a ti, que si estás atravesando por una etapa de tu embarazo en la que no quieres saber nada del mundo y los síntomas te comen la energía; vívelo como viene, y mantengo mi promesa al decirte que va a pasar, aunque en este momento sientas que toda tu vida vas a estar achacosa. Créeme que va a pasar y llegará el día no muy lejano en que te sientas mejor.
Esta segunda experiencia me ha servido para valorar muchas cosas; la verdad es que las mujeres somos unas fregonas, aguantamos cosas inimaginables, desde la menstruación, por ejemplo. Creo yo que a pesar de que muchas veces no lo sentimos así, somos privilegiadas al poder ser nosotras las que cargamos con la criatura desde el vientre. No quiero verme muy romántica, pero en serio que hoy me siento muy orgullosa de ser mujer y de tener la capacidad de vivir estas experiencias sin morir en el intento.
El embarazo es otro rollo. Los altibajos son cosa común durante estos 9 meses, y qué padre; creo que aprendemos también a conocernos y esa oportunidad no todo mundo la tiene. Ojalá que los meses que vienen estén más leves, y si no, pues ¿qué hago? Vivirlos y recordarlos en un futuro como una de las etapas en que más me he permitido ser fuerte y no rajarme.
¡Arriba las mujeres! <3
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