MI EXPERIENCIA TOMANDO UN CURSO PSICOPROFILÁCTICO Y 6 RAZONES POR LAS QUE LO RECOMIENDO
Como toda primeriza, el embarazo de mi primogénito me agarró en curva y con mil dudas sobre muchísimas cosas. No sabía ni por dónde empezar a investigar, preguntar y despejar mi mente.
Desde que me enteré que estaba embarazada, supe que quería
un parto natural y en casa. No sabía hasta ese momento cómo iba a hacerle ni si
era posible, pero tenía la certeza y con eso me bastaba. Fue grandísima mi
sorpresa cuando, al ponerme a buscar opciones en mi ciudad (Torreón, Coahuila)
para tener un parto en agua, no encontraba nada de nada, por ningún lado.
Gracias al cielo, tengo amigas igual de locas y alternativas
que yo, y una recomendación me llevó a otra; no recuerdo exactamente cómo fue,
pero al fin localicé a Tirsa Eager, partera certificada apasionada de su labor,
una mujer enamorada de la vida y que desde el primer momento me transmitió la
confianza que yo necesitaba para depositar mi primera experiencia de parir, en
sus manos.
Acudí con ella y en la primera cita me comentó que sería
importante tomar el curso psicoprofiláctico. Y yo me le quedé viendo con cara
de what, porque era la primera vez en mi vida que escuchaba esa palabra y no
tenía la menor idea de a qué se refería.
Tirsa me explicó a grandes rasgos de qué trata un curso
psicoprofiláctico: obtienes información que te ayudará a sentirte lo más
preparada posible para la llegada de tu bebé. Gracias a ella, llegué al que
para mí es el paraíso en el desierto de toda mamá en Torreón, Nacer Libre,
dirigido por otra apasionada de su labor, Silka Guerrero, educadora perinatal
certificada y quien durante el curso, además de prepararnos físicamente para el
parto, nos habló sobre lactancia y nos explicó también las fases de una labor
de parto. Resolvió dudas como qué es eso de la epidural, las contracciones, cuáles
son tus derechos si vas a parir en un hospital, porqué sí puedes tener un parto
humanizado en casa, en fin.
La verdad que yo quedé enamorada desde la primera sesión, y
es que como luego dicen, información es poder de decisión. Estaba muy
sorprendida con tantas cosas que aprendía ahí. Ahora que me preparo para
recibir a mi segundo hijo, quiero compartir contigo algunos puntos que
considero importantes de porqué sirve de mucho tomar un curso psicoprofiláctico,
espero te sirvan.
1. Despejas absolutamente todas tus dudas. Hasta las que
consideres más obvias y que a veces nos da pena preguntar. En la medida de que
preguntes y preguntes, estarás súper informada sobre tu embarazo, parto y
postparto. Esto es algo que no todas las madres tienen la oportunidad de saber,
por desinformación y en muchos casos
porque nunca se enteraron de que existen cursos como estos.
2. Son expertos hablándote de un tema que dominan. Por
supuesto aquí es importante fijarte dónde tomas el curso para que estés segura
de la experiencia de quienes lo dan; en mi caso, fue maravilloso escuchar a
quien ahora es mi ginecólogo de cabecera, hablar de cuántas razones hay para
descartar un parto por cesárea, por ejemplo. También escuché hablar al que
ahora es el pediatra de mi hijo, despejando muchísimas dudas. Escuché también a
una representante de La Liga de La Leche y bueno, millones de dudas sobre
lactancia, despejadas.
3. Acabas de una vez por todas con los mitos. Que si el bebé
viene enredado tienen que hacerte cesárea, que si a fuercita te tienen que
depilar a la hora del parto por higiene, que si el parto en agua es una
enormísima fuente de infección para tu bebé. Mitos. Y te explican perfectamente
y con argumentos respaldados porqué son mitos y nada más.
4. Te relacionas con otras mujeres que están en el mismo
barco que tú. En mi caso esto fue muy valioso porque no tenía amigas que
hubieran sido mamás recientemente, entonces no tenía con quién platicar sobre
el tema. El hecho de sentirme acompañada por más futuras mamás primerizas me
empoderó muchísimo y me ayudó también a relajarme y entender que no era la
única con traumas y miedos. La tribu me salvó.
5. Tu pareja se convierte en un ente activo durante el proceso
del embarazo. Esta parte me encantó porque el curso psicoprofiláctico se toma
en pareja, y me encantó que de manera abierta y sin pelos en la lengua, nos
explicaran y les explicaran a los padres los procesos por los que nosotras
atravesaríamos a la hora del parto y cuál debía ser su función, cómo podrían
apoyarnos en el proceso y sobre todo, que debían mantener la calma cuando
nosotras perdiéramos el control. Mi marido siguió todas las instrucciones al
pie de la letra y agradece infinito haber tomado el curso. Y yo también, jaja.
6. Tal cual, te preparan mentalmente para el parto. Con
esto, evitas entrar en pánico. Aunque no has vivido la experiencia, de cierta
manera sabes a lo que vas; y sabes que no va a ser como en las películas rosas
en las que la mamá ni siquiera suda ni se le estropea el maquillaje y con un
solo pujido ya salió la criatura. Te dicen las cosas con la verdad y te
explican que así como hay labores de parto que duran desde 2 horas o menos (qué
envidia), hay otras que duran mucho más. En mi caso, por ejemplo, fue de 17 horas.
Y conforme vas avanzando en la fases, sabes identificarlas. Es maravilloso.
Mi hijo nació en la tranquilidad de nuestra casa, con un ambiente
previamente adecuado a mis preferencias: música tranquila, inciensos, velas, y
el respeto en todo momento de mis decisiones. Cuando Tirsa me preguntaba si
podía hacerme el tacto para saber la dilatación y yo no me sentía cómoda, le
decía que no y no volvía a preguntar hasta tiempo después.
Supe en qué momento
iniciaron las contracciones, supe que cuando se me rompió la fuente no
sifnificaba que de inmediato iba a nacer el bebé, supe cuando inició la fase de
puje; y por supuesto, viví la gran experiencia de tomar a mi hijo con mis manos
desde el primer momento, al mismo tiempo que su papá.
Mi parto fue un parto con
información y me encantaría que todas las madres futuras tengan su parto en las
mismas condiciones: en hospital o en casa, pero con toda la información necesaria.
Por supuesto existen muchas más razones por las que podría
recomendarte asistir a un curso psicoprofiláctico con profesionales preparados
en el tema; pero estas 5 son las más relevantes para mí o las que hasta ahora,
dos años y pico después de haberlo tomado, sigo recordando.
¿Tú has tomado este curso? ¿Te gustó? ¿Cuál fue tu
experiencia?
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