EL PADRE QUE MIS HIJOS RECORDARÁN


Dicen por ahí que el ejemplo arrastra, y mi marido y yo tenemos esto muy claro a la hora de criar a nuestros hijos. Cuando elegí a Guillermo como mi compañero de vida, jamás pensé en la posibilidad de que nos fuéramos a convertir en padres, pero sí tuve muy claro por qué lo elegí para ser mi acompañante “hasta que la muerte nos separe”:

Es un artista, literalmente. Se dedica a la escultura desde hace más de 15 años. Esto significa muchas cosas, que es perseverante, que sabe defender sus sueños, que es apasionado y confía en su talento. Significa también que es un hombre con ambiciones, independiente, autónomo, muy trabajador y súper dedicado. Disciplinado, con una visión diferente de las cosas, y muy poco común.

Es un hombre amoroso, con la ingenuidad suficiente para provocarme ternura pero al mismo tiempo no permitir que le tomen el pelo por ser una persona confiada.

Es un hombre honesto y muy genuino. A veces duele su manera tan transparente de decir las cosas, pero esta es una de las cualidades que más le admiro y de las que más intento imitar. Porque uno viaja mucho más ligero cuando es transparente.

Es una persona con mucho sentido del humor. El humor es el pan de cada día en nuestra relación. Y yo amo mucho que así sea.

Sabe escuchar. A pesar de que es una persona sumamente despistada, hace un esfuerzo enorme por prestar atención a mis palabras, procesarlas y responderme de la manera más asertiva. No es egoísta.

Tiene don de gente. Es una persona que sabe relacionarse con los demás y crear lazos que terminan convirtiendo sus relaciones en amistades muy genuinas.

Es un hombre tranquilo, hogareño. Siempre me ha dicho que prefiere mil veces una noche conmigo en casa viendo películas y tomando vino, en lugar de salir de fiesta con amigos.

Siempre me ha respetado. Me ha puesto antes que todo en muchas ocasiones. Me da mi lugar como su compañera de vida y bueno, yo me derrito cada vez que lo hace.

Me hace sentir hermosa siempre. Se preocupa por darme ánimos cuando sabe que no me siento bien. Me dice que me ama, todos los días.

No le tiene miedo a los quehaceres de la casa y todos los días hace su parte. Apoya mi tiempo de mujer y mi carrera profesional y me ayuda a que juntos, los dos encontremos cada quien un momento para desempeñar nuestros distintos roles.

Es una persona activa, amante de la naturaleza, enamorado de nuestros tres perros, a quienes dedica tiempo todos los días.

Guillermo es el hombre perfecto para mí, y ahora que somos padres de dos varones, me llena de mucha satisfacción saber que todo eso que él es, lo están aprendiendo nuestros hijos, y cuando sean adultos y papá ya sea viejo, así lo van a recordar y al hacerlo van a sonreír y se van a sentir agradecidos y muy bendecidos por el padre que tuvieron. No hay mejor regalo que ese.

Feliz Día del Padre a todos ustedes, hombres en toda la extensión de la palabra.

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