No quiero ser una mamá perfecta
Me acuerdo cuando estaba embarazada de mi primer hijo y
pensaba en todas las cosas que, según yo, iba a hacer perfectamente: “Mi hijo va a ser así, yo voy a ser asá, voy
a tener mucha disciplina en todo para que no sea berrinchudo, para que coma
toda su comida y siempre me haga caso. De veras que no entiendo a las mamás que
dicen que no pueden, seguro es porque no le echan suficientes ganas. Yo sí voy
a poder.” Ahora volteo atrás y me río de lo ingenua que fui.
Soy muy controladora, y una de las cosas que más trabajo me
ha costado aprender ahora que soy mamá, es justamente a fluir, a dejar que las
cosas sucedan y entender que no todo el tiempo voy a poder tener el control
sobre lo que sucede en mi día a día. Los niños son espontáneos, caray. Y qué
grandes maestros son para enseñarnos a improvisar.
Mucho tiempo me esforcé por ser una mamá perfecta, por ganar
comentarios positivos de la gente: “Ay,
qué buena mamá eres. Wow, ¿cómo le hiciste para que tu hijo se comiera todo?
Qué bárbara, es admirable todo lo que haces. Mis respetos, siempre traes a tus
hijos bien peinaditos y limpios.” Gracias al cielo, reflexioné y me hice la
pregunta: ¿cuál es mi afán por agradar a los demás incluso más que a mis
propios hijos, más que a mí misma? ¿Por qué necesito el comentario de
aprobación de un extraño? ¿Acaso no es suficiente el mío?
Ahí me di cuenta de que mi enfoque estaba equivocado, porque
además la gente siempre va a opinar, en positivo o negativo, pero siempre lo
van a hacer. Creo que es más importante voltear a ver a mis hijos y preguntarme
si las decisiones que estoy tomando los hacen felices a ellos. Punto.
A lo largo de más de tres años siendo mamá, me da gusto
haberme quitado la presión de ser la mamá perfecta. No me interesa serlo, prefiero
ser una mamá real, que comete errores pero también muchos aciertos, y a la que
sus hijos aman tal cual es; e igualmente importante, una mujer que confía en sus
propias decisiones.
Aunque te sigo siempre en Fb, es la primera vez que visitó tu blog, y no puedo estar más identificada. Creo que la mayoría nos consideramos madres perfectas sólo antes de serlo jajaja Mi bb tiene año y medio y básicamente estuve el 1er año tratando de agradar a los que me rodeaban, aun cuando por dentro gritara que odiaba sus tips de crianza y consejos no solicitados, pasó un tiempo hasta que pude ir quitandome la caparazón y adueñandome de mi rol de madre, y es que después de todo a mi hija la Pari yo! Bendiciones hermosa!
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