Mamá sin prisas



El rush de mis actividades diarias me ha hecho colapsar varias veces en los últimos meses. Me di cuenta de que necesitaba parar. ¿Cuándo volverán tus hijos a ser pequeños? ¿Cuándo será la última vez que te pidan dormir con ellos porque tienen miedo? Antes me molestaba mucho que me dijeran esas cosas cuando me quejaba de lo mal que la estaba pasando por no dormir o por la falta de tiempo personal. Pero últimamente, esos cuestionamientos andan rondando mucho en mi cabeza, y no me dejan tranquila.

Hace un par de semanas salí de viaje con mi familia completa (perros incluidos); le dije a mi marido que necesitaba desconectarme totalmente, aunque fuera por un par de días. Desconectarme para volverme a conectar; suena irónico, ¿verdad? Estuvimos inmersos en la hermosa naturaleza, entre montañas, vacas, vegetación, borregos y gallos cantando al despertar del sol.

Mis hijos, libres. Sin horarios, sin prisas, felices en la tierra, descalzos, corriendo sin descanso, gritando, revolcándose, observando bichos. Plenos. Nuestros perros, en su elemento. Mi marido y yo, reacomodando el ruido en nuestras cabezas. Prendiendo fogatas para contemplar la belleza del fuego cada mañana y cada noche. En paz.

Aunque breve, este viaje me dejó muchos descubrimientos; me cayeron muchos "veintes". Con la cabeza descansada, hice una lista de todas las cosas que estoy haciendo en mi vida y me puse a analizar su relevancia. Me resultó difícil desprenderme de algunas, porque tengo alma multitask y la parte profesional es algo muy importante para mí, pero atendiendo el principio de que el tiempo es cuestión de prioridad, decidí de ahora en adelante, enfocarme y prestar mi atención y pasión solo a esas cosas que de verdad son prioritarias para mí en este momento de mi vida. 

Quiero ser una mamá sin prisas. No quiero andar corriendo cada día de mi vida, ver a mis hijos dos horas, darles de comer y pedirles que hagan todo rápido porque los tengo que llevar de nuevo a la estancia para llegar a tiempo a la cita con un cliente. Quiero salirme de ese círculo vicioso y cansado en el que se prioriza el trabajo y el estar ocupado en pos de ofrecerle un mejor futuro a la familia a costa de pagar el alto precio de estar ausente para ellos.

De corazón, respeto muchísimo las decisiones y necesidades que cada padre y madre tomamos; pero en un ejercicio de honestidad, me dí cuenta de que esa no es la forma de vida que yo quiero, y no estoy dispuesta a seguir sacrificando tiempo valioso e irrepetible. No quiero perder el foco: mi prioridad en esta etapa de mi vida, es mi familia y el fortalecimiento de mi vínculo con ella. Sigo trabajando en la construcción de una mejor situación profesional para mí, por supuesto, pero tal vez a un paso más lento. Sin prisa. Sin auto reproches.

Quiero ser una mamá sin prisas porque ya pase esta etapa que "no me deja hacer nada" para ahora sí poder enfocarme de lleno a mi crecimiento profesional. Quiero salirme de esa trampa.

Está muy desestructurado este texto, chicas. Esta vez escribí sin reglas y sin un propósito concreto; tenía la necesidad de expresar este sentir, aunque tal vez aún no logro explicarlo de la manera más clara posible.

Gracias por leer.


Comentarios

  1. Karla, leerte fue como leerme. Admiro el coraje y la valentía para salir de la espiral interminable en la que se convierte la rutina, yo quisiera poder hacer lo mismo y relajarme, ir pasó a paso disfrutando de mi y de mi hijo, pero por mi trabajo es difícil, más no imposible. Gracias por compartir

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